Agua a temperatura natural con jabón neutro.
Los productos, por recomendación, necesitan menor frecuencia de lavado por las propiedades de la lana. Sugerimos ventilar las prendas para reducir el mismo.
Estrujar a mano suavemente y dejar reposar la prenda estirada sobre una toalla en un ambiente seco.
No utilizar secadores por aire caliente.
Baja temperatura con abundante vapor.
Guardar limpia y seca la prenda.
Para protegerla de polillas pueden ser útiles bolsitas de lavanda, canela o laurel.